Antes de invertir un euro en el mercado deberías asegurarte de comprender los principales productos financieros.
Los fondos indexados son una opción. Quizá la mejor opción. Depende de tu perfil. Lo cierto es que están creciendo exponencialmente. ¿Por qué?
Inflación, rendimiento nulo en los depósitos a plazo, políticas alocadas de los bancos centrales…
Con la que está cayendo ahí fuera la gente se ha tirado de cabeza a los indexados. Un producto que, como te contaré a lo largo de estas líneas, tiene importantes ventajas respecto a las acciones, los ETFs y los fondos de inversión tradicionales.
Pero es importante conocerlos a fondo. No se adaptan a todos los perfiles de inversión.
¿Serán para ti? Quédate hasta el final y lo descubrirás.
¿Qué son los fondos indexados?
Se trata de una institución de inversión colectiva que recibe fondos de distintos inversores para invertirlos replicando a un determinado índice.
Pueden replicar índices de renta fija o renta variable, bonos, activos reales, materias primas…
La clave de este producto de inversión es la gestión pasiva. A diferencia de los activos, aquí no entran en juego los análisis ni las opiniones de los gestores. Los indexados tienen como fin replicar el comportamiento del índice.
Diferencias entre fondos indexados y ETFs
Ambos forman partea de la gestión pasiva. Por tanto, las dudas entre indexados y ETFs siempre están ahí.
El ETF es un fondo cotizado. A nivel práctico funciona como una acción. Tiene su horquilla de precios que permite comprar y vender el ETF (siempre que el mercado esté abierto). Este producto de inversión tiene la misma tributación que las acciones.
Los indexados funcionan como los fondos tradicionales, calculan su valor liquidativo al final del día. Presentan limitaciones en la comercialización (menor oferta y mayor rigidez en la operativa). A cambio, son mejores cuando el objetivo es realizar aportaciones periódicas.
Diferencias entre indexados y tradicionales
El fondo indexado es pasivo mientras que el fondo mutuo (el de toda la vida) es activo.
Eso quiere decir que detrás del fondo indexado no está la mano del gestor. El fondo subirá o bajará dependiendo de la evolución del índice seleccionado.
Si has comprado un indexado del S&P500 y el índice sube un 10%, el fondo lo hará en una proporción similar.
Detrás del fondo mutuo o tradicional hay un equipo de gestión que se encarga de seleccionar las inversiones para obtener el máximo rendimiento posible.
En los de gestión activa encontrarás de todo. Desde fondos que mejoran el rendimiento de los índices de referencia (pocos) hasta fondos que están lejos de los rendimientos esperados. Eso sin contar las abultadas comisiones que conllevan.
En la práctica, ¿cómo funcionan los fondos de inversión indexados?
La idea es simple:
- Realizas una primera aportación.
- Estableces aportaciones periódicas automáticas.
- Mantienes la inversión de forma indefinida.
Algunas comercializadoras, como Fidelity, establecen una primera aportación mínima, pero la mayoría ni eso.
Por lo general puedes empezar con la cantidad que desees y configurar las aportaciones periódicas al gusto. Ahorrar invirtiendo, esa es la idea.
¿Qué ventajas ofrecen los indexados?
Permiten inversiones bajas y recurrentes
No necesitas tener una cuenta bancaria excesivamente saneada.
Puedes empezar desde 100€. Esto no es viable en otros productos financieros de inversión porque, o bien exigen un mínimo relativamente alto o bien cuentan con comisiones altas que complican la operativa a pequeña escala.
Son “previsibles”
El problema de los fondos de inversión de gestión activa (los “normales”) es que son una caja de sorpresas.
Puedes invertir en uno porque los últimos 24 meses ha ofrecido un rendimiento espectacular, superando a todos los índices de referencia, y encontrarte que los siguientes 12 meses es un completo desastre.
Puede pasar.
Imagina el cabreo. Accedes a tu banco de inversión y compruebas que el fondo en cuestión ha perdido valor cuando todo, hasta la mismísima Telefónica, ha estado en verde.
Los fondos indexados son “previsibles”. Lo pongo entre comillas porque no sabrás si subirán o bajarán, claro está, pero sí puedes estimar el comportamiento que tendrán.
¿Sube el índice de referencia? Sube el indexado.
¿Baja el índice? Baja el indexado.
No hay más.
Tienen bajos costes de mantenimiento
Al ser fondos de tipo pasivo los gastos asociados se reducen notablemente. Detrás de estos productos de inversión no hay “adivinos” ni un equipo de gestión destinado a evaluar y reajustar la cartera.
Eso hace que los costes de mantenimiento sean muy bajos, oscilan entre el 0,03% y el 0,04%. Para que te hagas una idea, en los fondos activos o tradicionales ese coste puede alcanzar el 2%.
Añaden ventajas fiscales
Los fondos indexados tributan como los tradicionales, están sujetos a los tipos del ahorro que van desde el 19% al 23%.
Pero la principal ventaja fiscal es que no tributa el traspaso entre fondos.
Con el ETF tienes que pagar el porcentaje correspondiente cada vez que cierras una operación, con el fondo no ocurre lo mismo.
Ese diferimiento fiscal optimiza la inversión a largo plazo, simplifica la dura tarea de dar cuentas a Hacienda y aumenta el poder del interés compuesto.
Ahorran tiempo
Dejar el dinero muerto de risa en la cuenta corriente no es una opción, a menos que estés dispuesto a perder día a día por el efecto de la inflación.
Pero no todo el mundo quiere aprender a hacer trading. Por falta de tiempo o porque directamente no les apetece. Y está bien.
Lo bueno de los indexados es que simplifican el proceso de inversión.
¿Quieres invertir 100€ al mes?
Hazlo. No necesitas estar pendiente del timing (el mejor momento para entrar al mercado), de hecho, no tendrás ni que mirar la pantalla. Te olvidas del asunto y listo.
Funcionan mejor que la aspirina
Me gustan porque tienen el poder de aliviar los dolores de cabeza.
Si compras Tesla, Facebook o IAG (valores muy volátiles) vas a pasar el día pegado a la pantalla. Preocupado. Ansioso.
Esa tensión predispone al error (vender en pánico, comprar en euforia).
Con los indexados la estrategia es relativamente simple. Luego la veremos con detalle.
¿Cuáles son sus inconvenientes?
Rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras
Son malos tiempos para el ahorrador. Los depósitos a plazo fijo de toda la vida no dan ni para pipas.
Invirtiendo 10.000€ en un plazo fijo cualquiera durante 12 meses obtendrás la friolera de 30€ netos. ¿Treinta euros? Sí, treinta euros netos en un año. Es una media. Con algunos plazos fijos ni eso.
En la práctica pierdes pasta porque los precios de todo están subiendo mucho más.
Pero claro, invertir en un fondo indexado tampoco garantiza el éxito ni te convierte en millonario de la noche a la mañana. Tiene riesgo. La vida es así.
Ahora bien, ¿prefieres perder día a día por el efecto de la inflación?
El planeta se puede ir al carajo y nos pueden invadir los marcianos. No digo que no. Pero la historia es el ahora. Y ahora parece poco probable que eso ocurra y poco inteligente dejar el dinero debajo del colchón o en el banco.
Necesitas establecer una estrategia
Para dormir tranquilo debes tener una estrategia clara y seguirla sin importar los vaivenes del mercado.
Y claro, toda estrategia exige tiempo y dedicación.
Tendrás que estudiar los distintos fondos indexados. Las comisiones. Su funcionamiento.
Si te gusta el tema, adelante. Una vez tengas clara la estrategia a seguir es cuestión de configurar las aportaciones periódicas y dejarlas correr.
Algunos dicen que estos fondos “aburren”
Lo he puesto como inconveniente, pero en realidad puede y debe ser una ventaja.
¿Aburren los indexados? Claro. La idea es aportar una cantidad semanal, mensual o trimestral y olvidarse.
Pero es que aquí no se trata de divertirse o aburrirse, se trata de ganar dinero. Si quieres ganar dinero y dormir tranquilo son una opción a tener muy en cuenta.
¿Cómo invertir en fondos indexados?
Tiene su aquel. Te lo explico en cinco pasos.
Paso 1: analiza tu perfil
Antes de ponerte con el proceso de investigación te recomiendo mirar hacia dentro. Hazte las siguientes preguntas.
¿Qué buscas con la inversión? ¿Cuánto puedes permitirte perder? ¿Cuáles son tus objetivos a medio y largo plazo?
La idea es que determines tu perfil inversor. ¿Arriesgado? ¿Medio? ¿Conservador? Con esos datos claros será más fácil continuar con el resto de pasos.
Paso 2: revisa los brokers
Aquí las opciones se multiplican.
Hay muchas plataformas que permiten operar con fondos indexados como MiInvestor, BNP Paribas o Degiro.
También dan esa opción algunos bancos de corte tradicional como Openbank, ING, BBVA, Caixabank, Ibercaja o Kutxabank.
Verifica las condiciones. Las comisiones varían dependiendo de la cantidad que muevas.
La idea es operar barato y sin sorpresas. Confía en el que mejor encaje con tu perfil de inversión.
Paso 3: traza la estrategia a seguir
¿Renta variable o renta fija? ¿Bonos? ¿Activos reales?
En este paso tendrás que determinar la estrategia en función de tu perfil.
Lo ideal es construir una cartera de fondos indexados equilibrada. Con un riesgo adaptado. Más adelante te mostraré una estrategia sencilla para empezar con buen pie en el mundillo de los indexados.
Paso 4: investiga los fondos
Imagina que has decidido invertir en las acciones americanas más importantes.
¿Qué fondo indexado elegir?
El buscador de fondos Morningstar es tu amigo. Accede a él y marca “Pasivo” en el apartado “Estilo de gestión”.
Aparecerá un listado con más de 1000 fondos indexados (gestión pasiva). También puedes buscar el fondo en tu bróker y pegar el ASIN o el Ticker en el buscador de Morningstar.
La idea es la misma: comprobar si el fondo se adapta a tu estrategia. Elige el fondo o fondos que mejor encajen.
Te podría decir eso de “el mejor fondo de inversión indexado es XXX de la gestora XXX”, pero aquí no hay mejores ni peores. Hay perfiles de inversión y carteras equilibradas.
Si supiéramos las revaloraciones a futuro no sería así, pero como no las sabemos tenemos que aprender a equilibrar para adaptar los riesgos.
Paso 5: ejecuta, relájate y “olvídate”
Una vez finalizado el proceso de investigación, realiza la primera aportación y configura las aportaciones periódicas.
Y fin. Deja que la inversión periódica haga el trabajo por ti.
A largo plazo quizá tengas que rebalancear la cartera (reduciendo o añadiendo riesgo), pero es una tarea que conviene hacer a largo plazo. Con tranquilidad. Sin estrés.
Por ejemplo, si inviertes en los mercados emergentes y al cabo de meses (o años) inician un nuevo ciclo alcista con fases finales de alta volatilidad, es probable que quieras equilibrar el riesgo tu cartera ponderando otros sectores y fondos.
¿Cuál es la mejor estrategia de inversión en fondos indexados?
La renta variable puede subir o bajar. El riesgo está ahí. Pero ese riesgo se puede controlar.
¿Cómo?
Equilibrando. Diversificando.
En el lado de la renta variable puedes equilibrar añadiendo indexados de todo el mundo. O de algunas partes del mundo.
También puedes balancear la estrategia global añadiendo indexados sobre bonos, renta fija o activos reales.
La idea base es combinarlos para que la rentabilidad y el riesgo (sobre todo este último) encajen contigo.
Un perfil agresivo puede hacer lo siguiente:
Fondo 1 (40%): indexado del S&P500.
Fondo 2 (40%): indexado de acciones internacionales.
Fondo 3 (20%): indexado de bonos ligados a la inflación (TIPS).
A partir de ahí surgen un montón de alternativas. Puedes dedicar una parte del apartado internacional a emergentes, combinar el fondo del S&P500 con otro del DAX alemán o aumentar el riesgo con el Nasdaq 100.
Un perfil conservador debería irse al otro extremo:
Fondo 1 (40%): indexado de bonos ligados a la inflación.
Fondo 2 (40%): indexado de bonos corporativos y gubernamentales.
Fondo 3 (20%): indexado de acciones internacionales.
Nuevamente, es orientativo. Con un perfil conservador el objetivo pasa por conservar el capital en un entorno inflacionario como el actual.
Entre el blanco y el negro hay una amplia escala de grises. Lo mismo ocurre con los perfiles de inversión, tan solo he querido representar una estrategia de inversión de fondos indexados habitual y sencilla.
¿Prefieres algo más fácil para empezar?
La opción de los roboadvisors
Una de las grandes barreras de los indexados es la investigación. En esta guía espero haber resuelto las principales dudas sobre su funcionamiento y las pautas básicas a nivel estratégico.
Pero queda en tus manos la parte de investigar los fondos. Es un mundo apasionante y a la vez complejo.
Si prefieres dejar de lado ese apartado de lado tienes otra alternativa: los roboadvisors.
¿Qué es un roboadvisor?
Un producto de gestión automatizada que hace el trabajo de investigación por ti gracias a los algoritmos y a la inteligencia artificial.
Su objetivo es adquirir los fondos indexados que sean necesarios para amoldarse a tu perfil inversor. Todo eso sin que tú tengas que gastar energías durante el proceso.
- Si eres conservador, creará una cartera de indexados de bajo riesgo. Ganarás poco, pero estarás expuesto a pérdidas controladas.
- Si tienes un perfil más agresivo, invertirá en una combinación de fondos indexados más volátiles. Con mayor probabilidad de ganancias a cambio de asumir un riesgo más elevado.
En cualquiera de los casos tendrás que hacer un test inicial para conocer tu perfil de inversión.
¿Cuáles son las ventajas de los roboadvisors?
Ahorran tiempo. Eliminan la tarea de revisar con detalle cada fondo y cada sector.
Otra ventaja importante es que dan acceso a fondos institucionales, un tipo de fondo al que los particulares no pueden acceder (salvo contadas excepciones).
Aunque la ventaja que más me gusta es que ofrecen un perfil de diversificación muy elevado. Por lo general, un roboadvisor creara una cartera de fondos indexados de muchos productos, más de los que tú (o yo) añadiríamos, lo que se traduce en una mejor gestión del riesgo.
El último punto a destacar son los rebalanceos de cartera, los ajustes que deben realizarse en función de la evolución del mercado para equilibrar la cartera y el riesgo. El roboadvisor lo hace automático.
¿Y sus inconvenientes?
Las comisiones totales son más elevadas que en los fondos indexados puros. Oscilan entre el 0,4 y el 1%. Y es normal porque están haciendo por ti todo el trabajo de gestión, investigación y rebalanceo.
La buena noticia es que ese coste es inferior al de los fondos activos o tradicionales que suelen rondar el 2%.
¿A qué perfil de inversor se orientan?
Los roboadvisors simplifican el proceso de inversión pasiva. Están diseñados para aquellos que quieren invertir una cantidad periódica sin preocuparse de nada.
¿Recomiendo el roboadvisor o el fondo indexado?
Depende.
Si te gusta investigar y tienes tiempo para dedicar al mundillo de las inversiones, los fondos indexados son, en mi opinión, tu mejor opción.
Porque sabrás exactamente lo que compone tu cartera. Podrás ponderarla como gustes. Y estarás cumpliendo la máxima de Warren Buffet de invertir barato (mínimo coste).
Si no tienes tiempo, ganas ni conocimientos, los Roboadvisors son una buena alternativa. Adaptan la inversión a tu perfil y lo hacen a un coste razonable. No son perfectos, pero funcionan mejor que los fondos tradicionales.
¿Se debe invertir en indexados cuando el mercado cae?
Miedo y codicia son la gasolina de los mercados.
Cuando el mercado cae a plomo las manos débiles venden. Se dejan llevar por el pánico. Ceden sus títulos a cualquier precio. Las manos fuertes recogen esas participaciones con gusto. Ese pánico se dio en marzo de 2020, coincidiendo con el inicio de la pandemia. Observa qué sucedió después.
Cuando el mercado sube como la espuma ocurre lo contrario. Los pequeños compran a cualquier precio mientras que las manos fuertes inician el proceso de distribución. Un buen ejemplo de este proceso ocurrió en el Nasdaq entre finales de 1999 y principios de 2000. El mercado encontraba compradores “a cualquier precio”. Hasta que dejó de encontrarlos y colapsó.
Teniendo en cuenta lo anterior parece sencillo ganar y batir al mercado, pero no lo es.
Por eso he creado este punto. Para que comprendas la importancia de automatizar la inversión. Si aplicas estrategia con indexados desaparece de la ecuación el miedo y la codicia.
Dejarás de ser el alimento para los tiburones. La idea es invertir de forma sostenida (suba o baje el mercado).
Y por último… al loro con los fondos que te ofrece el banco
Es poco frecuente porque casi todo funciona online, pero sigue habiendo gente que acude a su banco de confianza y se deja llevar. Viene a ser algo así…
Entran por la puerta del banco y toman asiento. Les atiende un hombre trajeado o una mujer de punta en blanco.
Huelen tu dinero.
Parece que saben de lo que hablan. Te ofrecen “el mejor fondo de inversión”. Un fondo con el que sacarás enorme rendimiento a tu dinero.
Meeeec. Error.
Obviamente será un fondo activo en el que ellos (el banco) obtendrán el mayor rendimiento. La banca siempre gana, tú lo tendrás más complicado.
¿Quieres datos?
8 de cada 10 fondos tradicionales ofrecen peor rentabilidad que los índices de referencia en un plazo de 15 años.
La estadística está en su contra.
Por tanto, lo más inteligente es huir de los gestores (y de sus gastos asociados) e ir directo a un fondo indexado.
Y no lo digo yo, lo dice el mismísimo Warren Buffet: invierte de forma continuada en las principales empresas y hazlo al menor coste posible.
Si no tienes tiempo ni conocimientos, los fondos de inversión indexados o los roboadvisors son una excelente opción.